Importancia de las zonas francas en la economía del país

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    Zona Franca San Isidro

    Muchas veces se critica el modelo de zonas francas porque algunos han llegado a pensar que se trata de un invento de los empresarios dominicanos. El crecimiento y la estabilidad económica que gozamos se debe a varios factores y uno de ellos tiene que ver con las zonas francas.

    Pero antes de entrar en materia sobre nuestras zonas francas, quisiera presentar algunos datos mundiales de interés. En la actualidad hay 135 países que tienen este tipo de industrias, que generan 80 millones de empleos en 4,000 zonas francas y sus exportaciones representan el 80% de las exportaciones mundiales, con la impresionante suma de 850 billones de dólares norteamericanos.

    Precisamente, como ahora se habla de la eliminación del bloqueo que por más de cincuenta años ha sufrido la economía cubana, en el 2014 se inauguró la primera zona franca en ese país caribeño, que exonera de aranceles, impuestos por el uso de mano de obra y sobre el pago de utilidades y a la vez los inversionistas extranjeros pueden repatriar sus utilidades sin pagar tributos.

    Es necesario siempre ser cuidadosos con estas empresas, pues enfrentan competencias internacionales que ofrecen muchas ventajas para atraer sus inversiones y generar empleos.

    Por igual sucede con la industria local, acogotada por cargas que le impide competir con sus iguales en el exterior y, sólo como muestra, las balanzas comerciales de los países con los cuales tenemos tratados de libre comercio en su inmensa mayoría son deficitarias.

    Las industrias de zonas francas han dado un giro en su producción. Por muchos años se centraron en la confección textil, con poco valor agregado nacional. Las piezas llegaban muchas veces pre cortadas y sólo eran ensambladas en nuestras industrias.

    Sin embargo, ese modelo ha ido cambiando positivamente y ya las compras de zonas francas al mercado local, sin existir aún los enlaces que deben darse y que sabemos que es interés del presidente Danilo Medina, fueron en el año 2013 la nada despreciable suma de más de RD$37,000 millones.

    Era imposible pensar hace algunos años que pudiéramos ser el mayor exportador de cigarros en el mundo, el mayor exportador de aplicaciones de artículos quirúrgicos muy especializados, segundos en interruptores eléctricos, hilo dental, abrigos de lana para mujer hacia el mercado norteamericano.

    Importantes exportaciones de cacao, calzados, instrumentos de medicina y de químicos salen de República Dominicana.

    Muchas veces hemos oído que este modelo significa un sacrificio fiscal para el Estado, pero como bien decía un amigo no empresario: “Sacrificio son las importaciones libre de aranceles e ITBIS de los couriers que no generan empleos”.

    ¿Qué le sucedería a cualquier economía pequeña como la nuestra sin esta inversión tan importante que genera empleos directos superiores a los 150,000? Si calculamos por cuatro la relación entre empleos directos e indirectos, esto beneficia a alrededor de 600,000 empleados.

    Las exportaciones representan el 53% de los casi 10,000 millones de dólares que exporta República Dominicana.

    Lo que debemos hacer no es criticar el modelo, sino ampliarlo a sectores estratégicos, no entendidos en muchas oportunidades por ser únicos. ¿Qué sucedería si al sector tabaco, flores, cartones de huevos no se les aplicaran políticas propias a esos sectores? Así como a estos sectores, a otros que presentan gran desarrollo en las exportaciones con productos que nunca se pensaron podían ser manufacturados en nuestro país, como sucede con el sector químico y de plásticos, que ya aparecen en nuestras estadísticas de exportación en lugares importantes.

    Los olvidados enlaces industriales que permitirían que las industrias locales sean un excelente proveedor de materias primas, es un reto que tenemos por delante.

    Por igual, permitir el desarrollo de aquellas empresas que por ser únicas y con carácter de exportadoras puedan también, sin limitaciones, pero nunca siendo competencia a otras empresas que no gocen con estas facilidades de ser proveedores del mercado local.

    Lo que no es posible es que le demos mejor tratamiento a las importaciones que a los productos locales, no importa el régimen arancelario al que estén acogidos.

    Lo importante es crear empleos formales que paguen seguridad social, pensiones y que mejoren la calidad de vida de miles de dominicanos.

    El crecimiento del sector de zonas francas no ha sido fácil y sólo es posible porque el Gobierno y las zonas francas han ido de la mano y lo resumimos en un solo párrafo donde ADOZONA agradece al presidente Danilo Medina, al proclamar “la decisión del Gobierno en apoyar las inversiones del sector exportador y zonas francas, como estrategia para impulsar el desarrollo productivo y la creación de nuevas plazas de trabajo en todo el país”. –

    Artículo publicado en el Periódico El Caribe, en fecha 5 de agosto de 2015.

     

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